Cómo ser jefe Vol.II. Lo que tienes que aprender para llevar un equipo de tu edad

ser jefe de personas más grandes que tú
Ser un jefe joven no es fácil. La imposición no funciona. (P.D . Disculpen la falta de acentos de la imagen).

En el post anterior de cómo ser jefe hablábamos de si es algo para lo que se nace y qué habilidades les faltan a los malos jefes y mencionamos que en el próximo sería sobre el «Jefe-Chavo», alguien que empieza a ser jefe muy joven o que lleva equipos con gente de su edad o incluso más grandes.

A mí me pasó cuando era una mocosita editora de portada de El Economista, con colegas editores que me llevaban por lo menos 12 años y un equipo de diseñadores que empezaron a trabajar cuando yo apenas estaba en la primaria. Se imaginarán el cuete y lo que cuesta ganarse su respeto, o por lo menos convivir. Eso sólo se consigue chambeando mucho, estudiando y demostrando conocimiento, si no, te comen vivo.

Pero este post no se trata de mis patoaventuras, sino las de un «Jefe-chavo» que yo considero muy exitoso, que ha trabajado de verdad en su liderazgo y que me ha aconsejado mucho respecto a mi nuevo equipo en Pequeño Cerdo Capitalista.

Seguramente recordarán a Pablo, sí el de los proyectos- hobbie que le han abierto las puertas en su carrera, que le gusta escribir de música, deportes, negocios y da super buenos tips de viajes. Pues aquí entre nos, es bien jefe. Lleva un equipo grandecito en Inventmx, que hace los sitios de negocios de Excélsior. Y está muy chavo: va a cumplir 30 ( chavitos de 20: ahí empieza la vida, antes de que nos caigan con que ya estamos rucos :P). De hecho a él justamente me refería en la serie anterior cuando hablaba del «Jefe-chavo». Bueno, pues como es muy tipazo, se hizo espacio en su muy apretada agenda para platicarnos las cosas que tuvo que aprender para ser jefe.

Los dejo con sus consejos:

«Si de tropiezos y aprendizajes se trata, la experiencia de este post es una de las que más raspones me ha dejado, pero también, a la que más provecho le he sacado a mis 29 años. Se tratar de estar a cargo de diferentes proyectos, cada uno conformado por editores de personalidades diferentes. Cuando se habla de manejo de grupo, la experiencia es vital y si no se tiene, o se adquiere o se adquiere. No hay más.

“Un experto no es aquel que lo sabe todo; es aquel que cometió todos los errores posibles y aprendió de ellos”, leí recientemente en el libro “Cómo decidimos” de Jonah Lehrer.

A continuación siete puntos relevantes que he aprendido en este capítulo de mi vida llamada: el jefechavo.

1. Mejor líder que jefe. “El jefe se enfoca en la tarea, el líder ve la tarea pero también la relación”, me comentó en algún momento Eustaquio Martínez del Río, CEO de Logos Consultores, y no pude estar más de acuerdo. Cuando llegamos a la posición de “jefe” solemos imponer ciertas posturas o formas de trabajar. Imponer control. La realidad es que si hacemos pequeños cambios en los cuales nos enfocamos a ser líderes antes que jefes, los resultados pueden ser más satisfactorios.

2. Dar el lugar a la persona. Es sencillo cometer el error de pensar en las personas como empleados. Incluso, con uno mismo en la empresa. La realidad es que cada uno de nosotros somos diferentes y contamos con necesidades totalmente diversas. El encontrar una persona en la cual tengas respaldo en momentos relevantes, hace la diferencia.

3. Hacer equipo. Esto se puede ver desde diferentes ángulos. Desde tener una sesión en donde se forme un liderazgo democrático, crear un buen ambiente hasta saber delegar. Al mismo tiempo, uno, como líder de proyecto, se tiene que ver como una pieza más del equipo en el cual, tiene ciertas responsabilidades. “Ganamos como equipo, perdemos como equipo”, dijo Ray Lewis en el 2011 tras perder el partido previo al Super Bowl. En el 2013, ganó el título del a NFL con sus Cuervos de Baltimore.

4. Ser una persona de primera. “La gran distinción con tu competidor es la capacidad de ejecutar las cosas”, fueron las palabras que me comentó Pablo Hernández O’Hagan, CEO de Ingenia. Y agregó: “no seas un hombre de segunda”. Ser una persona comprometida con tu trabajo hace la diferencia entre decir las cosas al aire (yo hago esto, yo soy bueno en esto, etc…) y realmente demostrarlo.

5. Tomar decisiones. Y más que tomar decisiones, ejecutar con los conocimientos necesarios. Pero ejecutar.

“Tienes que estar abierto y tienes que entender que tú solo no necesariamente tienes todas las respuestas. Tienes que rodearte de gente por todos lados que sea más capaz que tú o que tenga otras habilidades que te permitan integrar cosas que no necesariamente conoces para mejorar o para hacer las cosas de manera distinta”, me comentó en alguna ocasión Miguel Ángel Dávila, cofundador de Cinemex.

Escuchar sirve. Analizar también. Todo eso siempre y cuando puedas ejecutar y no aplazar decisiones por inseguridades o dudas y al final del día, no hacer nada y quedarte con las ganas.

6. Motivar. Cada quien tiene su forma. En la biografía de Steve Jobs, la mayoría de sus empleados coincidían en que era el más tirano y cruel jefe que habían tenido en su carrera profesional. Sin embargo, también afirmaban lo siguiente: “nos llevó a hacer cosas que jamás hubiéramos pensado hacer”. Insisto, cada quien tiene sus formas, también, cada persona se motiva de forma diferente. La tarea del líder es encontrar ese lenguaje que hará a todos llegar a donde no se hubieran imaginado.

7. Aprender de los errores. “Quien no se equivoca, no está intentando nuevas cosas”, me dijo en una charla  Rafael Flores, director general de Netshoes. Y sí, se trata de hacer las cosas diferentes, pero también, de aprender de los errores que se hacen en el camino y sacarles el mejor provecho. En realidad, lo más difícil es saber cuándo nos equivocamos. Después de eso, sacarle provecho es una consecuencia.

Me queda claro que no soy, ni por mucho, un jefe o líder, chavo, chavo. A mi posición en Inventmx llegué de 28 años y ya estoy al borde los 30. Tampoco creo que sea el mejor o un ejemplo a seguir. Eso que lo califique la gente con la que trabajo.

Sin embargo, me parece relevante que quien se encuentra al frente de un grupo de personas que rondan la misma edad, tomen en cuenta este contenido. Muy básico, pero espero que al final del día, sea muy útil».

Seguramente les serán muy útiles las recomendaciones de Pablo. Creo que este texto sobre aprendizajes de su verano en Burger King, también les servirá mucho. Si tienen un reto en particular como jefes que quieran que tratemos o quieren aportar su experiencia en esta serie, échenla pa´acá. Creo que a todos los que aspiramos o andamos en esto nos sirve experimentar en cabeza ajena.

Bonito jueves$$$$$!!! Oink$$$$$!

13 comentarios en “Cómo ser jefe Vol.II. Lo que tienes que aprender para llevar un equipo de tu edad”

  1. Me llegó en el momento justo, gracias a ambos por compartir su experiencia, yo siempre le dijo a mis compañeros cuando asienden de puesto, trata a la gente como te gustaría que traten, te un poco de empatia y haste parte del equipo.

  2. Woww que coincidencia, efectivamente a mí tambien me llego en el momento justo, y ahora veo que no siempre es ser el jefe cruel y «negrero»

  3. Excelente post, ahora caigo en cuenta por algunos errores que he tenido como jefe pero igual me doy cuenta de los aciertos que he tenido como lider, pondré en practica tus consejos y te comento de nuevo, Gracias Sofía
    Mario Juárez

  4. Que tal¡¡¡ recientemente he leido el libro de Pequeño cerdo capitalista y como me hubiera encantado que llegara a mi vida por allá de mis 20 o 22 años…jejeje…ahora estoy por cumplir 29… y coincidiendo con algunos que opinaron en este blog, el artículo llegó justo en el momento adecuado, actualmente soy jefe de un grupo de 4 personas en centro de distribución y anteriormente en un empaque, creo que es muy cierto que de los errores se aprende y en verdad que cuesta mucho reconocer que nos equivocamos y en que nos equivocamos, siempre he sido de la idea de esta frase: «nadie conoce su trabajo mejor a 1 metro a la redonda que el que lo hace» y otra que dice: «todos somos ignorantes, mas no todos ignoramos las mismas cosas», con todo esto soy partidaria del trabajo en equipo y de buscar soluciones a los problemas que se presentan, no buscar pretextos y excusas, tomando en cuenta claro el punto de vista de los demás, porque (se me viene otra frase a la cabeza) «dos cabezas piensan mejor que una» jejej… saludos y felicitaciones por el blog.

    1. Hola Diana! 29 eres una pequeñuela!!! Yo creo que los cambios que hagas ahorita, notarás pronto que estuvieron muy a tiempo.
      Gracias por los aportes respecto al trabajo en equipo.

      Saludos

  5. Un post que me llega justo a tiempo, mi equipo de trabajo es muy pequeño 3 personas de distintas edades, la cuestión es que la cultura laboral dentro de una dependencia está un poco contaminada, complicado pero el reto esla habilidad que tienes para obtener resultados!

  6. A mi me toco tener la gerencia de un restaurante a los 23 años con autoridad sobre personas con mucho mayor experiencia que yo y creo que ademas agregaría 2 puntos:

    1. Ser perseverante, sobretodo cuando no eres bien recibido a tu nuevo puesto o alguien intenta dañarte por que en las empresas generalmente se presentaran este tipo de cosas.

    2. Regarla, regarla bien, regarla mucho y aprender rápido pero con paciencia en lo que se debe.

    Un post muy certero, gracias.

    1. Es verdad, creo que cuando uno «la riega» hay de dos sopas (dijera Sofía); sopa 1: Sentarse a llorar y maldecir a la vida de porque te trata tan mal… o sopa 2: analizar el error, aprender de él y sobretodo ¡no volverlo a cometer¡…jejejeje…a mi tambien me ha tocado ser jefe de personas que tienen mas experiencia que yo y mas aun son mas grandes en edad, pero con el tiempo y perseverancia como tu dices, se logra complementar los lados fuertes que todos tenermos para hacer un buen trabajo en equipo, hay que trabajar con las virtudes de las personas y no con sus defectos…saludos¡¡¡

      1. Hola Diana!

        Gracias por compartir tu experiencia. La verdad es que la única defensa a una tarea difícil son las ganas de aprender.

        Saludos

  7. Muy buen post! La verdad sí es algo que te impone pero estoy de acuerdo en que el respeto sólo se consigue chambeando duro y dando el 100% todos los días. En mi caso, tengo a mi cargo un equipo de dos personas, un chavo de mi edad (25) y otro de 40 (ya no tan chavo!), lo curioso es que mientras el de cuarenta y yo hacemos excelente mancuerna y su trato hacia mi es de respeto y colaboración, el de mi edad no me ve como autoridad, me salta constantemente buscando a mi jefe, lucho mucho con él y hasta me he descubierto tratando de imponerme ante él pero sé que no es el camino… si tienen algún tip tooodo mi equipo de trabajo se los agradecerá!! 🙂 saludos!

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