Si me remonto a la primera vez que escribí un post para el blog de Pequeño Cerdo Capitalista, uno de mis primeros proyectos propios, casi puedo tocar la mesa de plástico blanca, con la impresora viejísima de casa de mi mamá donde me ponía a escribir.
Me da un poco de pena recordar ese post de “Aló, bienvenidos”, ilustrado con una imagen random que encontré en internet y que después decidí cambiar por imágenes de paint que me hacía mi hermano, como la del post de No seas la bella durmiente del banco.
El blog no era una tarea de la universidad -ni de la Septién donde estudié periodismo, ni de la UNAM de donde soy “fósil” de Derecho-, no era un artículo que tuviera que entregar para el periódico, ni tampoco una de las innumerables colaboraciones que hacía para ganar ingresos extra. Era un proyecto propio.
La idea me surgió porque estaba haciendo un reportaje para Expansión sobre blogs que catapultaban las carreras o negocios de algunas personas. Literal se llamaba “Mi Blog es mi Agente” pero se cambió a “Los blogs se vuelven negocio” (aún lo encuentras AQUÍ).
De pronto, entrevistando a Plaqueta, la famosísima Tamara de Anda, -una divertidísima blogger, en ese entonces, ahora conductora y escritora- , se me ocurrió que si la gente de mi edad no estaba leyendo los medios tradicionales como el periódico económico en el que yo trabajaba, o incluso le cambiaba las noticias cuando salía la sección de finanzas, quizás hacer un blog de finanzas personales podría ser una opción para que la gente de mi edad no acabara en la bancarrota, endeudadísima con las tarjetas y, por supuesto, sin un peso para sus inversiones, sus metas y su retiro.
Esto evidentemente era en la prehistoria de las redes sociales. Solo recuerdo usar Hi5 y Twitter (ahora X ¡imagínense!) apenas empezaba.
Plaqueta me enseñó que lo más importante de los blogs era hacer comunidad: no sólo publicar y que te leyeran, sino leer, comentar a otros, intercambiar ideas. Y fue así como me llegaron los mejores temas y casos del blog.
Lo que te dan los proyectos propios
En un principio no tenía un plan para el blog: ni el de hacer un libro (y ahora librossss en plural que han llegado a más de 700 mil lectores), ni que fuera una empresa que duraría 15 años y tendría más de 8 mil alumnos.
Y creo que para esta era donde tenemos un exceso de expectativas, iniciar con CERO es la única forma de experimentar libremente. Esa es una de las virtudes de los proyectos propios.
Yo a Pequeño Cerdo Capitalista le debo haber encontrado mi voz, mi misión y dejar de sentirme rara porque me importaban temas como las inversiones, el futuro o hasta me gustara hablar de dinero (no me saquen el tema en fiestas, porque nos amanecemos jajajaja).
Y por eso creo que la lección más grande que me han dado estos XV años es que hay que tener proyectos personales, que salgan de tu curiosidad y no específicamente ni del deber (tareas de escuela, la descripción de tu puesto).
Los proyectos propios no tienen que ser perfectos – pícale a las primeras entradas de este blog para que te dé pena ajena – solo necesitan tener una primera versión, porque solo puedes mejorar cuando ya lo sacaste al mundo.
Estos proyectos, funcionen o no -porque hay mucho que nos ha salido mal jejeje- siempre te van a ayudar a descubrir algo nuevo sobre ti, sobre lo que otros necesitan o sobre el mundo. A mí me han llevado a la carrera que ni siquiera me atrevía a soñar en mis veintes, a conocer a personas increíbles y tener una comunidad amorosa, que busca crecer y es muy compartida.
Lo bonito de los proyectos propios es que aunque los empieces en solitario, como hice yo, en la travesía muchos se irán sumando. En mi caso han sido editores y amigos periodistas, mis editores, el equipo de Pequeño Cerdo Capitalista , las y los especialistas, retadores…
Y quiero celebrar contigo los XV años de este proyecto propio con…
Este proyecto propio tiene mucho que celebrar, y como es nuestra costumbre queremos hacerlo compartiendo contigo: inspirándote a que te apliques con ese proyecto tuyo que no has empezado y a que te apliques con tus finanzas con el documental de la Historia de Pequeño Cerdo Capitalista, filmado, dirigido y editado por Paula López Flores .
Esta historia no es solo mía o del libro – aunque sí tiene mucha información ¡que ni yo conocía antes de ver el documental!- sino de todos los lectores que con sus dudas, comentarios, confesiones y #LogrOINKS son la prueba viviente de que no tenemos que ajustar nuestros sueños a nuestras posibilidad, sino al revés.
Y es la historia de todos los que sin saberlo hicieron posible que llegáramos a más personas.
Te invito a que seas mi “chambelán” o “chambelana” y me acompañes hoy miércoles 8 de noviembre al estreno del documental de Pequeño Cerdo Capitalista.
Puedes ser parte de esta celebración viniendo a Casa Lamm al estreno “físico” a las 6:00 de la tarde (llega temprano porque solo tenemos 100 lugares)
O acompañarnos desde tu casa, oficina, o la calle en tu dispositivo favorito en el estreno digital desde Youtube:
¡Un abrazOINK y espero que el documental de Pequeño Cerdo Capitalista te anime a tener proyectos propios!
buenas tardes. Sofia macias.
tengo muchas dudas, sabes algo de petron capital?
me están invitando a participar en ellos para enseñarme atrabajar mi dinero en mercado internacional como criptomonedas, oro, plata etc. tengo que depositar 5,000mil pesos para iniciar y después 4,000 il.
la verdad me da algo de temor, porque he juntado este dinero con mucho trabajo
donde puedo verificar que esto es cierto.
por favor ayúdame quiero poner a trabajar ese dinero, pero también tengo dudas, ya me enviaron no. cuenta para depositar.
tendrás algún correo donde pueda tener contacto contigo. por favor