Hace unas semanas Cuadros, de Los de la Tarde de Reactor, me «calumnió» en twitter porque alguien le dijo que si quería ir al Super Bowl para ver a los 49ers me preguntara cómo ahorrar, y él les contestó que seguro yo le iba a responder que lo viera en la tele desde su casa, que eso no lo necesitaba (homenajeando al ¿lo quieres o lo necesitas? tan nombrado en el libro).
Luego Kako, de Nocturninos (snif los extraño en mis desveladas), un día que le estaba preguntando que si ahora ya estaba aplicando el «quítamelo que me lo gasto» me dijo: «Ya no te voy a hacer caso porque si yo quiero comer atún sellado, seguro tú me vas a decir que ahorre mejor y me vas a mandar a comer atún de lata».
Más allá de lo extremista y cómicos que fueron en su momento, estas dos quejas son justo lo contrario a lo que queremos conseguir al ahorrar: Tener finanzas personales sanas no es cuestión de privarse de todo, andar a pan y agua, puro low cost y con la palma del martirio a cuestas hasta el fin de la eternidad ¡Así nadie nunca ahorraría!
No se trata de sólo ahorrar para guardar , volverte un tacaño que no gasta ni en lo que le gusta ni inclinarte siempre por lo barato, de hecho la idea es que si manejas bien tu dinero puedas darte tus gustos, sin hipotecar proyectos futuros o quedarte en la chilla por cualquier emergencia.
El tema de las finanzas personales sanas es de etapas. Sí, si traes mil deudas, no tienes un peso ahorrado y eres un despapaye ¡claro que tendrás que ajustarte el cinturón! (siguiendo el ejemplo de Kako, puede que unos meses si tengas que olvidarte de tu atún sellado y comer atún en lata) pero conforme avances pagarás justamente esas deudas y empezarás a hacer tu cochinito, a invertir y al rato no sólo te va a alcanzar para los gustitos que te dabas antes de enderezar tus cuentas, sino para lo que a futuro no podrías pagar nunca si seguías así.
Pensemos que una personas tiene un relajito o relajote financiero, tiene deudas, no le alcanza con sus ingresos para vivir, está al borde de caer en mora… agreguen ustedes las calamidades preferidas al escenario ¿por qué etapas tiene que pasar para llegar a finanzas personales sanas?
1. Negación o negligencia. Puede que sepas que tus finanzas personales no están sanas pero aplicas el «no estoy tan mal», «lo bailado nadie me lo quita», «Sí gasto mucho, pero mi cuate está peor», «Sólo estoy pagando el mínimo de la tarjeta, pero estoy al corriente», etcétera, etcétera… en ese momento ni aunque George Soros y Warren Buffet quisieran ayudarte a ser rico lo lograrían porque simplemente no quieres.
2. Crisis o reconocimiento. Puede que quieras arreglar tus finanzas porque ya tocaste fondo y le debes hasta a tu abuelita, que te quisiste ir a un viaje y de tu cartera sólo salieron mosquitas o cosas tan graves como que perdiste todos tus bienes para poder pagar una enfermedad porque no tenías seguro, pero el caso es que después de postergarlo mucho te diste cuenta que si no quieres acabar en extrema pobreza tienes que cambiar cómo manejas tu dinero.
3. Austeridad o frugalidad. Ahí sí puede que tenga que aplicar la #GuiaRoti, cortar muchos de los gustitos que te dabas o conseguir trabajos extra para poder destinar lo más posible al pago de deudas o empezar tu ahorro.
El tiempo que tenga que durar esta etapa dependerá de lo mal que estén tus finanzas, de cuánto te apliques en mejorar tu educación financiera y qué tan disciplinado seas. He conocido personas que salen de deudotas en meses y otros que parece que quieren celebrar bodas de plata con algo que en principio era sólo una deudita.
4. Estabilidad. Has alcanzado el equilibrio y tus esfuerzos empiezan a surtir efectos. No gastas más de lo que ganas, tienes ahorros, deudas controladas, pones tu dinero a trabajar, ya empezaste tu fondo de emergencias y a checar qué onda con tus seguros. Ya te alcanza para darte algunos gustitos, pero no te alocas para evitar los números rojos. Empiezas a hacer planes para crecer patrimonialmente.
5. Prosperidad. No sólo te alcanza para vivir, estás sobrado hasta para el futuro. Las potenciales emergencias están bien cubiertas, por lo que sucedan o no, tu podrás salir adelante. El dinero no es un obstáculo en ninguno de tus planes, al contrario, te has vuelto tu propio mecenas, capaz de autofinanciar tus sueños.
El problema con la gente que se vuelve tacaña es que no da nunca pasa del #3; el problema con los que se endeudan perpetuamente es que se saltan el paso #4. Puede que en tu vida tengas muchas épocas de vacas flacas y vacas gordas que te hagan regresar a la etapa #1, #2 o #3, pero el chiste es que recuerdes que todas las etapas pueden ser temporales y que sólo de ti depende que se alarguen o permanezcan la estabilidad y la prosperidad.
Del 1 al 5 ¿Tú en qué etapa de las finanzas personales sanas estás? ¿Qué necesitas corregir para avanzar?
P.D. Recuerden echarle un vistazo al post de Roberto, seguro les da buenas ideas para que no apliquen el «gasto y me siento culpable, me siento culpable y gasto»