Ya casi es 14 de febrero y San Valentín de Roma -el legendario sacerdote que casaba soldados- seguro estaría feliz de ver que ni el emperador Claudio II ni el coronavirus pudieron detener las bodas, y que el amor sigue fuerte en pandemia.
Entrevistamos a varias parejas y les preguntamos cuál es la situación actual de su ceremonia de matrimonio, la fiesta y obviamente cuánto se han gastado (¿más, menos dinero?).
Así que empezamos:
Antes del 22 de marzo de 2020 hubo algunos afortunados que pudieron casarse. Claro que sus bodas se vieron afectadas por la pandemia. Unos novios nos platicaron que de 150 invitados solo asistieron 80 a pesar de que compraron gel antibacterial y utilizaron las recomendaciones de la OMS y la COVID-19 todavía era algo nuevo.
Ellos fueron afortunados porque las demás parejas les tocó postergar sus nupcias indefinidamente o hacer una «boda miniatura».
Las bodas a la baja
Pero empecemos por el principio: Beatriz Sucar, presidenta de la Asociación de bodas y eventos de San Miguel de Allende, nos contó que en 2019 se realizaron 865 matrimonios en esta ciudad de Guanajuato que es símbolo del amor. En 2020, en cambio, solo hubo en total 430 eventos sociales y corporativos.
Los estados que pudieron celebrar pequeñas ceremonias fueron los que consiguieron ubicarse en semáforo naranja o amarillo, durante la pandemia. Sin embargo, los únicos que aceptaron fiestas fueron los jardines y solo a 30% de su capacidad o menos. Esto hizo popular a las llamadas bodas boutique, de unos 50 invitados, en promedio.
De acuerdo con el blog Be my bride, justo antes de iniciar la pandemia, algunos costos promedio eran:
- Invitaciones: $5,000 MXN
- Trámites y ceremonias: $10,000 MXN
- Foto y video: $40,000 MXN
- Locación: $49,500 MXN
- Decoración: $55,000 MXN
- Wedding planner: $55,000 MXN
- Alimentos y bebidas: $264,000 MXN
- Emergencias: $16,500 MXN
PRESUPUESTO TOTAL de una boda antes de la pandemia: $495,00 MXN
¿Los precios de las bodas en pandemia han bajado realmente?
Por lo mismo las fiestas ahora parecen ser más baratas, pero esto es una especie de ilusión.
Mientras una boda promedio podía rondar entre los 180 a 250 invitados, costando en promedio entre $250,000 y $500,000, una ceremonia durante semáforo amarillo, podría rondar entre los 50 y 80 invitados, lo cuál puede estar entre los $100,000 y 200,000.
Mell Gódel, Wedding Planner, nos explica que es mejor calcularlo por persona; básicamente un presupuesto normal ronda entre $850 a $1,250 por invitado.
Claro que también depende el destino. Beatriz señala que un casamiento en San Miguel de Allende puede costar entre $2,500 a $4,000 por asistente, tomando en cuenta que es uno de las ciudades más populares de México para esa clase de eventos.
¿Y los proveedores cómo se han portado? ¿Han modificado el presupuesto de la boda?
Es bueno saber, porque es una gran duda, que los proveedores de servicios entienden la singularidad de la situación y que también quieren ver a los novios tener la boda de sus sueños, o lo más cercano posible.
Paula Abreu, experta en bodas y eventos, indica que ella no ha tenido problemas, que la industria está más que puesta a ayudar. Sin embargo, existe el caso raro de quien cobra un 5 a 25% más por cambiar las fechas o reubicar la fiesta.
La mayoría de los casos, si el salón de fiestas no podía garantizar la fecha, estaba dispuesto a regresar el dinero; que es el gasto más fuerte y que va desde $20,000 a $200,000 pesos (en los casos que entrevistamos).
Sí existen excepciones como señala Paula «porque las crisis saca lo mejor o lo peor de las personas”, y algunos perdieron credibilidad por ganar algunos pesos. Otra buena razón para tener un wedding planner, que es el respaldado por los servicios que le ofrece al futuro matrimonio.
De las diferentes entrevistas, solo un grupo musical se dio a conocer al quedarse con el anticipo, argumentando que eso solo le garantizaba a los novios la fecha inicial. Sin embargo, la industria sí ha estado con los enamorados, apoyándolos en lo necesario.
Xóchitl Luján, la primera mujer DJ mexicana y directora nacional de producción de AMMJE (Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas), nos cuenta que ella no ha tenido trabajo desde marzo del año pasado.
Normalmente ella cobraba alrededor de $70,000 por una boda de entre 250 y 350 asistentes, siendo muy popular por su gran calidad de audio, luces y adaptarse al gusto de los novios. Sin embargo, la única manera que ella participaría en una fiesta es de manera virtual o que el semáforo esté en amarillo y que todos los protocolos se respeten. Al final, también explica que por un evento de 50 personas, obvio el costo se reduciría, aunque este es el efecto de las bodas boutique.
¿Qué tan pequeña es una boda boutique? ¿Sale más barata?
Si le hacemos caso a los entrevistados, incluso puedes tener solo cinco personas si la pareja vive en una ciudad donde ninguno de los dos nació, y la logística hace imposible que hasta los familiares y amigos más cercanos asistan.
A lo mejor solo tienes 20 invitados porque es para lo que alcanza el presupuesto y sabes que realmente no quieres a nadie más ahí; además de que el salón es pequeño. U 80 asistentes, como ya mencionábamos, con sus posibles ausencias por diversos temas, como nos dijeron: “ya sabes que estará quien realmente quiera”.
Esto fue una constante con todas las parejas que se entrevistaron, ya que se cuestionaron sobre su lista de invitados: ¿quién es realmente importante en mi vida?, ¿a quién quiero ver ese día a la cara y sonreír con su presencia?, ¿quién incluso haría lo imposible por estar ahí?
El confinamiento y el coronavirus hicieron que las personas lo piensen dos veces, pero quien te tiene cariño asistirá. Afortunadamente, tan siquiera en las bodas que sí se realizaron de nuestros entrevistados, no hubo contagios.
Eso sí, todos estuvieron de acuerdo: no mayores de 60 años, porque hay que proteger a los seres queridos; usar el cubrebocas, si sientes que te arruina el vestuario pues coordinado para que eso no suceda, y mil veces el gel antibacterial, porque es indispensable.
Así que lo mejor, como señala Beatriz es ir a un lugar donde tengan todos los protocolos listos, donde el personal esté bien entrenado y, también, que tus invitados entiendan que seguir las reglas hará que todos se diviertan sin consecuencias.
De acuerdo con Mell, la mayoría de sus eventos son de entre 20 y 50 personas:
- Invitaciones: $3,000
- Trámites y ceremonias: $10,000
- Foto y video: $30,000
- Locación: $30,000 (o gratis si tu casa tiene un jardín con espacio suficiente para tus invitados)
- Decoración: $20,000
- Wedding planner: $13,000
- Alimentos y bebidas: $50,000
TOTAL de una boda pandemia: $156,00 MXN
Entonces los precios no han bajado, sólo el número de asistentes.
El futuro nos alcanzó: la virtualidad está aquí
La pandemia desató dos tendencias de acuerdo con Beatriz y Paula. La primera fueron las ceremonias híbridas, donde solo las personas esenciales están presentes y las demás se conectan a través de internet.
La segunda son las bodas boutique. O sea, olvida los 100, 200 o 350 invitados; ahora tal vez sean 20, 50 o máximo 80, siempre que el espacio lo permita. Así un jardín que en algún momento albergaría 250 personas, ahora solo acepta al 30% de su capacidad.
La decisión final fue de los comprometidos. Muchos nos mencionaron que tal vez no fue la fiesta de sus sueños, pero ¿alguna vez realmente es? Seguro siempre hay alguna falla que luego los invitados no se dan cuenta. Lo realmente importante, para todos, fue el amor porque para eso se casan.
¿Dónde colocar la cámara para la boda virtual?
Esta virtualidad trajo un problema nuevo a la mesa de los novios porque (y aprende de los errores de nuestros entrevistados), el wifi de tu casa y un teléfono celular tal vez no sean las mejores ideas.
Desde colocar la “cámara” en mal lugar, perder señal antes de lograr la unión o simplemente que alguien se pare delante del lente y que tus invitados tengan que ver la espalda de alguien por los próximos 30 minutos; ninguno de ellos es opción. Ah, y no olvidemos a la invitada que no apagó su micrófono e hizo un comentario inapropiado en el momento equivocado…
Paula, y seguro muchos wedding planners más, no ve esto como un problema, simplemente “el futuro nos alcanzó” y hay que planear acorde. O sea: mejor internet, una cámara de video de alta definición y alguien que sepa manipularla para darle una mejor experiencia a quien no pudo asistir al enlace.
Un presupuesto económico, pantalla, cámaras y ancho de banda, sería de $12,500. Sin embargo, si quieres que la experiencia de tus invitados virtuales sea memorable, entonces la producción se vuelve más compleja, pues se necesita contar una historia; esto está cotizado, por lo menos con Paula Abreu, en $45,000.
Paula incluso diseña gift box para los que moran desde su casa: tal vez un vino, un pedazo de pastel, el postre o los mismos regalos que reciben quien sí se presentó a la fiesta. Estos pueden valer $650 si tus invitados son nacionales y más caro si se tiene que enviar internacionalmente.
Por ejemplo, Paula cotiza una boda de 200 personas en un promedio de $500,000. Mientras que una boda híbrida con 60 invitados físicos y 140 virtuales con gift box y toda la producción, sería de aproximadamente $300,000.
La boda que eternamente se mueve
Dentro de las parejas que planean casarse también existen las que siguen con su sueño de hacer una boda en donde puedan invitar a todos sus familiares y amigos.
La mayoría de ellas iban a contraer nupcias en marzo o abril de 2020, luego movieron a diciembre y de nuevo a marzo, pero de este año. Algunos incluso ya cambiaron su fecha a 2022, y como ya es la quinta vez, no tienen problema si necesitan moverla de nuevo. Esperemos que no.
Como la espera parece no tener fin, el consejo es no perder la paciencia ni dejar que el estrés domine tu vida. Paula Abreu explica que es caótico y complicado, que la pandemia sacó de control todo, pero que los wedding planners no temen reagendar y reorganizar cada proyecto para tranquilidad de los futuros esposos.
Quien eligió contratar a alguien que le ayudara con proveedores, pormenores y detallitos está feliz por la tranquilidad y positividad que le brindan personas como Paulina, pues los organizadores necesitan inteligencia emocional para escuchar, resolver, implementar, negociar y proponer.
Y sí, puede ser que tú y tu pareja puedan con el trabajo de agendar y reagendar todo: salón, iglesia, banda o dj, mariachi, comida, flores, fotógrafo, mesa de postres, pastel, tornaboda y demás; sin embargo, si algo notamos es que los wedding planners ayudan a mantener la calma en la tormenta.
Si no sabes si es lo correcto para ti, entonces puedes leer nuestra nota: ¿Me conviene contratar a una wedding planner?
Ahorrar para la boda de tus sueños
Aún hoy hay personas que tienen su ceremonia en pausa y afirman que la realizarán cuando la situación mejore; sin importar si tarda un año o varios, demostrando que la paciencia es clave. Claro que, como la casa ya estaba lista, pues se mudaron juntos mientras tanto.
También descubrimos que hay bodas para todos los presupuestos, desde quien solo gastó $10,000 hasta los que invirtieron $500,000 buscando algo irrepetible.
Así que, para quien se comprometió en pandemia, te tenemos estos dos consejos.
- Primero, revisa de cuánto es tu presupuesto.
- Segundo: si no te urge casarte, empieza a ahorrar para que tu día especial sea perfecto.
Si tú te casaste o te piensas casar, ¡cuéntanos tu experiencia en redes sociales!
Nota de Juan Pablo Montes
Acostumbrado a hablar de gastronomía, viajes y estilo de vida. Sin embargo, le encanta el reto de reunir conocimiento, ya sea de salud, empresas, historia, finanzas o lo que el mundo le ofrezca.
Muy buen articulo, mi novio y yo vivimos juntos hace 3 años y teniamos en plan casarnos este año pero seguimos en espera y sin duda una wedding planner ayuda