Mi querídisima prima Yossita que tiene ahorita 10 años, pero cuando tenia ocho ya quería invertir sus domingos (chequen este post). Su última hazaña financiera fue darle una buena lección de metas, ahorro, presupuestos, etcétera… a su papá.
Resulta que mi tío es comerciante y una de sus pasiones son las antigüedades. Un día que estaba en una tienda viendo estatuas, aquel ya bien emocionado agarrando la etiqueta del precio pero su hija lo frenó en seco con un sólo comentario:
«Oye papá, ¡ya córtale! ¿No? Yo no quiero andar vendiendo esculturas para poder ir a la universidad».
Cuando me lo contaron obviamente me boté de risa y me confirmó que mi primita es una pequeñitita cerdita capitalista, que seguro va a ser muy ducha con la lana cuando crezca. Pero más allá de eso, su comentario tiene muchos elementos de educación financiera que grandes y chicos podemos imitar:
- Entiende el concepto de escasez y costo de oportunidad: ¡qué padre tener dinero infinito y gastarlo a diestra y siniestra!, pero como no es así, tenemos que decidir cuáles son nuestras prioridades y administrarlo: si gastas mucho dinero en esculturas (cámbiele usted por cualquier cháchara), no te va a alcanzar para ir a la universidad. Más claro, ni el agua.
- Perspectiva de futuro: ¿cuántos de nosotros podemos planear más allá de tres meses? ¡Si luego andamos de desidiosos con un boleto de avión para verano, cuando estamos en abril, qué esperanzas de poder pensar en lo que haremos en ocho años, que en años niño debe ser como medio siglo!Se han hecho muchos estudios de lo que realmente hace que una persona tenga finanzas sanas, y ni la edad, el género, el nivel de ingresos, ni la escolaridad es tan determinante como un concepto llamado «perspectiva de futuro»: la capacidad de planear cómo queremos que sea nuestra vida, establecer prioridades y en general no sacarle a pensar más allá del hoy. Justo lo contrario a la mentalidad de «lo bailado nadie me lo quita» que tanto aplicamos.
Los niños y los grandes deberíamos ejercitar mas nuestra capacidad de plantearnos metas, porque eso es lo único que nos va a permitir mantener buenos hábitos financieros en el tiempo. Muy posiblemente si alguien te super convence de que el ahorro es bueno, lo vas a hacer, pero si tú no tienes una razón que a ti te signifique lo suficiente para continuar ¡lo vas a botar a los tres meses, tres semanas o tres días! - Presupuestar y tener un plan «B»: y Yossita ya tenía clarísimo que quería ir a la universidad y que eso costaba, pero no se iba a tirar al drama y decir «pobre de mí que no fui a la universidad porque en mi familia compraron demasiadas esculturas». Ella ya decidió que si todo fallaba ¡las vendía! Todos deberíamos hacer eso: no renunciar a nuestras metas, si no ver qué hacer para financiarlas. Como platicamos en el capítulo de las metas del Pequeño Cerdo Capitalista, el chiste no es ajustar tus sueños a tus posibilidades, sino al revés.
Espero que pasen un maravilloso día del niño, que puedan acercarles el ahorro de una forma divertida a sus chaparritos y ¿por qué no? hasta dejen que ellos les den lecciones de finanzas personales.
P.D. Si quieren leer más temas de cómo adentrar a los niños en el mundo financiero, hay varios posts en Dinero, Pareja y Familia