Icono del sitio Pequeño Cerdo Capitalista

Dinero en pareja: No te enganches con la «regalitis»

Hace unos días estuve de gira artística por Leona Vicario, una comunidad cerca de CanCún, de la que les platicaré en el próximo o próximos posts… el caso es que andaba yo por esos lares para dar cursos de finanzas personales y si se vale la ironía me acompañaba una pequeña compralona.


Esta mujer es muy fashion y guapa… pero además es la tarjeta más rápida del Oeste. Yo sé que me perdonará el balcón, porque es para la noble causa de la educación financiera y del dinero en pareja.


El caso es que trae un novio que es el mismísimo príncipe azul, que la ha consentido como ningún galán antes y tiene unos detallazos. Cuando «le llegó» (sí, todavía se usa en algunos lados) pidió una mesa en la cava de un restaurante de comida molecular muy fashion y se gastó  varios miles de pesos.Ahora va a ser el cumpleaños del susodicho y entonces ella le quería regalar una loción, una camisa de diseñador (se defendía con que estaba a meses sin intereses, pero al fin y al cabo ya se imaginarán el precio, y yo lo sé xq la acompañé… a regañadientas) y ademáaaaaas estaba planeando una super cena.Todo esto está muy bien, peeeeeeeeeeero apenas llevan dos meses!!!! Un poco su argumento es que como él tiene unos detallazos, hay que superarlos, porque es su cumpleaños.Románticamente puede que haga sentido, pero sin desearles «el mal», de seguir así, lo más seguro es que acaben en la bancarrota, porque es la carrera sin fin de quién da el mejor regalo, quién hace el mejor detalle y al final eso también se traduce en quién acaba más sobregirado.
A veces confundimos generosidad, amor o romanticismo con precio y la verdad es que bien poquito tienen que ver. Claro que cualquiera se impresiona con semejantes regalos, pero igual y la impresión es mayor cuando recibimos algo que realmente refleja quiénes somos, qué nos gusta y que están interesados en nosotros. Vivir fuera de nuestros medios, nunca es buen negocio y por mucho que nos esforcemos la cosa llega un punto en el que truena. Esto tampoco significa que se vuelvan unos marros asquerosos (no agarren pretexto!!!) es tan simple como irle midiendo y de verdad encontrar qué mueve a esa persona, en qué cosas vale la pena gastar y cuáles son pura pantalla.Yo por el momento no tengo grandes ideas romantiquiles low-cost, peeeeero Regina Reyes Heroles -que pese a llevar años matrimoniada sigue instalada en la luna de miel-, tiene muy buenas recomendaciones para el amor en los tiempos de crisis.
El caso arriba balconeado es producto de un enamoramiento loooooooooooco, como diría Lumi, pero a veces también puede haber algo más por ahí. ¿Estamos compensando algo? -ejemplo: falta de tiempo-, ¿estamos pidiendo perdón? ¿Creemos que con eso se quedarán con nosotros? ¿Usamos el dinero para controlar o chantajear?… Sea como sea es más saludable y sale menos caro arreglar esos rollos de pareja que cargarlos a la tarjeta. Escuchen a Adina, si no.

Mi papá tiene un amigo-que-tiene-un-hijo-que-no-vino-a-la-fiesta, que durante todo el noviazgo se dedicó a farolearle a su ahora esposa y a su vez pensaba que su mariada era millonaria. Oh decepción!!! ninguno de los dos era rico. Ahora que están casados ellos viven en un departamento que era del papá, pero aún con varios años de matrimonio él no le ha podido decir que no es suyo ¿bonito? No mucho…

La mayoría de estas pantallas tienden a ser a crédito, entonces por ende son más caras que de contado y dejen los intereses, nos pueden costar la relació!!!!, así que sonaré a la navideña campaña noventera pero «regale afecto, no lo compre» y no se enganchen en dinámicas de «quién da más». Bonito fin de semana. Oink$$$$$$$$$$$!!!!!!!

Salir de la versión móvil