¿Ustedes están pensando en a quién pedirle para pagar deudas de tarjeta de crédito? Pues me llegó hace poco esa consulta:
«Si tengo deudas de tarjeta de crédito por 20 mil pesos y ahora el banco me está cobrando casi 1000 de intereses al mes qué conviene más: ¿que le pida a un amigo o familiar ese dinero o a otro banco que me de mejor tasa de interés?»
Mi respuesta fue:
Conviene que detectes por qué te estás metiendo en tales deudas antes de decidir cómo refinanciar, porque si no, te va a pasar esto: http://www.pequenocerdocapitalista.com/lo-de-menos-es-pagar-una-deuda-deja-de-gastar-a-lo-loco/ (spoiler: si no detectas la causa y no dejas de gastar a lo loco, vas a pagar esta, pero te vas a meter en una nueva, se vuelve un barril sin fondo).
Ya suponiendo que vas a dejar de gastar como poseído, en términos puramente de costos te puede convenir pedirle a un familiar o amigo. Puede que te lo preste sin cobrarte (aunque yo considero que eso es muy gandalla con ellos y propicia que el deudor sienta más que es un regalo que un préstamo) o puedes acordar pagarle el 9% sobre el dinero que le debes, que es el interés legal para préstamos entre personas físicas de acuerdo al código civil federal.
Un interés de 0 o de 9% anual es obviamente mucho menor a los 25 a 72% anual de las tarjetas clásicas, pero más allá del costo, lo importante es que analices tu tren de gasto y te comprometas a pagarles a tiempo, porque los adeudos con los bancos se pueden reestructurar, pero las relaciones no tan fácil. También sería importante que bajes tus límites de crédito y que empieces a ahorrar. Si no, nunca vas a salir del círculo vicioso.
Hay un libro muy bueno que te puede servir, se llama «De deudor a Millonario» y es de Isela Muñoz http://www.elpesonuestro.com/libro/ También vale la pena que le des una repasada al capítulo de «Tu deuda no es culpa del banco» del Pequeño Cerdo Capitalista.
Y también aplica al revés: si tienes un familiar o amigo que te pide dinero
1. Analiza si le estás prestando o regalando ese dinero. Aclara para ti, pero tambiénpara a él. Mi humilde opinión es que si le regalas el dinero lo ayudas a salir de esa urgencia, pero no le estás haciendo mucho bien, porque sabe que si maneja el crédito de forma irresponsable o si no tiene guardadito para emergencias (si por eso se generó la deuda), siempre habrá alguien que lo rescate. Aparte de dinero, puedes ayudar sugiriendo que haga presupuestos y mejore su educación financiera.
2. Checa si realmente estás en condiciones de prestar el dinero y para qué se va a usar. No falta el gandalla que te pide una suma que a ti te pone en austeridad tres meses y él en cambio la usa para pagar las vacaciones a Las Vegas a todo lujo que se echó.
3. Verifica que esa persona haya encontrado la causa de su endeudamiento y que piense cambiar sus hábitos, si no, no hay garantía de que te lo regresen.
4. Acuerda los términos por escrito (fecha, monto, intereses) y de ser posible, que te firme un pagaré, para que si se pasa de listo, se más fácil ejecutar (me acaba de llegar un caso de una viejita que un familiar le pidió que le consiguiera 20,000 pesos porque según si no sus hijos no iban a tener ni para comer, ella le dio parte de sus ahorros y pidió a amigos y el tipo no sólo no le pagó, sino que se ríe del papel que el firmó… nefasto).
En México 37% de la gente usa únicamente crédito informal: recurre a amigos, familiares y hasta agiotistas. 27.5% usa crédito de instituciones financieras y el 35.5% campechanea crédito informal como formal (ENIF 2012).
Con eso nos queda claro que es altamente posible que alguna vez un familiar o cuate nos pida dinero o que seamos nosotros los que lo solicitemos. Y aunque siempre puede estar el deseo de ayudar, esto no significa que deban ser préstamos sin condiciones. También del otro lado, acuérdate que «crédito» en su origen significaba «confianza» y que pedirle a un familiar debe reflejarlo: que te importe tanto o más que si le pidieras al banco. No confundamos «confianza» con «confianzudo».
Muy buena semana!!!