No sé si fue por lo que soñé, pero amanecí algo emocional (pero en el buen sentido de conectada con las emociones, no emo de quererme cortar las venas) y les quería compartir algo que escribí hace un tiempo probablemente sea un poco cursi, pero que probablemente cuando lo lean digan «¡ah! ahora caigo» respecto a mí:
«I want to change the world. Yes, it sounds ambitious, and it is. I really want it to be different when I leave: fairer, better for the people coming from emerging and developing countries like me, and with greater opportunities for the common man who thinks that little is actually in his hands».
(Quiero cambiar al mundo. Sí, suena ambicioso, y lo es. Realmente quiero que sea diferente cuando yo me vaya: Más justo, mejor para la gente que viene de países emergentes y en desarrollo como yo, y con mayores oportunidades para el hombre común que cree que realmente poco está en sus manos).
El ejercicio inicial era hacer un análisis estratégico – con FODA y 5 Forces de Porter– pero de ti mismo:
¿Dónde está tu valor para la sociedad? ¿Haces lo que amas? ¿por qué o por qué no? ¿Cuáles son tus fuerzas, debilidades, qué está cambiando en el mundo que sea una oportunidad o una amenaza para lo que quieres hacer en la vida? ¿Hacia dónde quieres llegar y qué necesitas para lograrlo? ¿cuáles son tus planes laborales y personales de aquí a un año, a tres años, a cinco años? ¿Tu red de contactos te ayuda o te obstaculiza? ¿Qué habilidades debes desarrollar? ¿Qué recursos de preparación y económicos requieres para lograr tus metas?
«I want to change the world. Yes, it sounds ambitious, and it is. I really want it to be different when I leave: fairer, better for the people coming from emerging and developing countries like me, and with greater opportunities for the common man who thinks that little is actually in his hands».
(Quiero cambiar al mundo. Sí, suena ambicioso, y lo es. Realmente quiero que sea diferente cuando yo me vaya: Más justo, mejor para la gente que viene de países emergentes y en desarrollo como yo, y con mayores oportunidades para el hombre común que cree que realmente poco está en sus manos).
Posiblemente se pregunten por qué escribí esto, que puede ser algo cursi, y cuándo (y por qué está en ingléeees!!!). No, no tenía 15 años ni estaba en la etapa de comerme al mundo (bueno, esa no sé si alguna vez la superaré). Ese texto es de Febrero del 2010, y es el principio de mi «Personal Business Plan», una de las mejores tareas y clases que tuve en toda la maestría, y miren que tuve picudazos del marketing que han escrito libros con Kotler o gente muy cañona de estrategia. Ah y es en inglés porque era el idioma oficial de mi maestría, no es que me haya agringado.
La tarea era básicamente pensar en nosotros como si fuéramos una empresa y desarrollar nuestro plan de carrera como un plan de negocios. ¿Suena sencillo? No lo es tanto ¿Por qué? Porque te obliga a plantear tus metas y a buscar algo a lo que le sacamos la vuelta todo el tiempo: «Volverte quien eres» y en todo tu potencial.
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| De Random |
El ejercicio inicial era hacer un análisis estratégico – con FODA y 5 Forces de Porter– pero de ti mismo:
¿Dónde está tu valor para la sociedad? ¿Haces lo que amas? ¿por qué o por qué no? ¿Cuáles son tus fuerzas, debilidades, qué está cambiando en el mundo que sea una oportunidad o una amenaza para lo que quieres hacer en la vida? ¿Hacia dónde quieres llegar y qué necesitas para lograrlo? ¿cuáles son tus planes laborales y personales de aquí a un año, a tres años, a cinco años? ¿Tu red de contactos te ayuda o te obstaculiza? ¿Qué habilidades debes desarrollar? ¿Qué recursos de preparación y económicos requieres para lograr tus metas?
Para mí fue un ejercicio muy valioso, y creo que la mejor parte era justo la de las metas, en algún otro post les platicaba que Hervé Da Costa (el coach y maestro que nos dio el seminario) nos hizo escribir qué quisiéramos hacer en la vida. Todo el mundo habló de puestos en empresas, de ascensos medianamente esperados etcétera… un poco seguir con la misma trayectoria que habíamos llevado hasta antes del MBA, pero un poco mejor. Ese era el plan A.
Después nos pidió que guardáramos la hoja y que escribiéramos un plan B sobre qué quisiéramos lograr pensando que tuviéramos toda la preparación que necesitáramos, conociéramos a toda la gente para que nuestro camino no se truncara y que no hubiera ningún obstáculo económico o de ningún tipo. Es decir, que soñáramos lo que quisiéramos lograr si todo nos fuera a salir de maravilla.
De ahí salieron unos planes personales loquísimos, algunos que iban a ser empleados ahora emprendían, otros que querían una compañía mediana ahora iban a salir a la Bolsa y una organizacioncita humanitaria se convertía casi en Greenpeace. Nos atrevimos a soñar en grande.
De ahí salieron unos planes personales loquísimos, algunos que iban a ser empleados ahora emprendían, otros que querían una compañía mediana ahora iban a salir a la Bolsa y una organizacioncita humanitaria se convertía casi en Greenpeace. Nos atrevimos a soñar en grande.
Al final podías escoger el Plan B o Plan A… la mayoría escogió el B y en esa mayoría estaba yo. Me acuerdo que cuando guardé el último cambio del documento, después de varias semanas de introspección, estaba aterrada ¿podré hacerlo? ¿no habré exagerado? ¿será que son metas demasiado altas? Pero también me recorría una cosquillita de felicidad por la mera posibilidad de empezar a talachearle a ese fabuloso proyecto.
Una meta aparentemente pequeña del plan, pero personalmente muy importante para mí, era el idioma. Yo llegué a Francia en 2009 sabiendo «Pollito, Poulet». No podía pedir ni un pan en la panadería si no era con el universal lenguaje de las señas. En mi plan, para poder conseguir prácticas (ya les contaré de mi puesto de «key manager» después) tenía que hablar francés. Entonces, parte de mi objetivo era tener nivel B2 para el final del verano (es francés intermedio C2 ya es super pro casi nativo, pero con B2 ya te das a entender y puedes chambear). Hablado lo conseguí, escrito tardó un poco más, pero tenía claro que tenía que estudiar más y hacer más esfuerzo por tener conversaciones en francés, aunque pareciera tarada al principio. Lograrlo fue un gran motivador para mí.
Otra personal, porque la vida privada no se debe dejar fuera de los planes, era viajar a Grecia. Acá hay un post de ese viaje.
Otra personal, porque la vida privada no se debe dejar fuera de los planes, era viajar a Grecia. Acá hay un post de ese viaje.
Pero luego vinieron otras metas más altas y laborales. Yo había puesto que iba a escribir 3 libros en mi vida. Llevo dos y medio (el Pequeño Cerdo Capitalista, una sorpresa que sale en agosto y el que preparo de inversiones) y probablemente no se quede en 3, tengo al menos otro en la cabeza, pero que hubiera un segundo era de las metas que más dudaba que pasaran (el primero sabía que vendría porque en febrero de 2010 ya había pasado el épico descubrimiento del blog por Santillana, gracias a la Revista Escala y estábamos poniéndonos de acuerdo).
Hace dos años que escribí ese plan y cada vez que dudo o tengo una decisión importante además de llamar enloquecida a mis mentores y a mi familia, lo releo. Siempre me da claridad de hacia dónde voy y por qué hago las cosas.
Las metas se han ido cumpliendo, sin importar lo increíblemente voladas y ambiciosas que parecían al principio, pero lo más importante es que soñar así y ponerlo en papel fue el inicio de mi camino no sólo a mi carrera soñada, sino a buscar lo que para mí significa felicidad.
Las metas se han ido cumpliendo, sin importar lo increíblemente voladas y ambiciosas que parecían al principio, pero lo más importante es que soñar así y ponerlo en papel fue el inicio de mi camino no sólo a mi carrera soñada, sino a buscar lo que para mí significa felicidad.
Espero que se animen a hacer lo mismo y les dejo algunos fragmentos de mi plan (¡es de 21 hojas!). Probablemente sea muy personal, pero si no puedo compartirlo con ustedes, que sin saberlo han estado presentes en este proyecto de vida, ¿entonces con quién?
Buen jueves!!!
Buen jueves!!!
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| De Random |
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